El uso en las aulas de pizarras digitales (PDI), monitores táctiles e interactivos, pantallas, proyectores (cañones) o visualizadores contribuye a mejorar la comprensión de los alumnos, enriqueciendo las clases y aumentando la atención. Permiten desarrollar nuevos métodos de enseñanza estimulando la participación y facilitando el aprendizaje.
La combinación del uso de los dispositivos interactivos junto con los diferentes tipos de software existentes orientados a la educación, optimizan el aprendizaje de los alumnos y facilitan las preparación de las clases a los docentes. Acceder a internet desde los propios dispositivos o guardar las ideas surgidas durante la clase ofrecen grandes ventajas al profesorado.
Además los monitores interactivos incorporan “displays” con varios puntos táctiles de modo que permiten la interacción de varios alumnos a la vez.
Y por educación no solo hay que entender colegios, institutos o universidades. La aplicación de estas tecnologías en centros de formación como autoescuelas, academias o escuelas profesionales ofrecen las mismas ventajas.